Hemos conocido recientemente el estudio que se ha llevado a cabo en tres ciudades norteamericanas: Boston, México D.F. y Nueva York, relativo a la influencia de la contaminación sobre el desarrollo cerebral durante el desarrollo del feto y la infancia. Según leemos en el diario EP, de los resultados se deduce que "los pequeños que crecen en zonas con un aire más sucio pueden sufrir alteraciones estructurales que pueden traducirse en retrasos en funciones cognitivas superiores, como el aprendizaje o la memoria". Se trata de un estudio epidemiológico, aún habría que investigar más sobre los tipos de sustancias que afectan y los mecanismos biológicos mediante los que actúan. Os resalto este párrafo de la noticia, bastante significativo:
Los investigadores analizaron el desarrollo cognitivo de 73 niños con una media de 9 años de edad, todos de familias de clase media y formación similar. Un total de 55 vivían en la capital, México DF, con altas concentraciones de contaminación, y el resto en otra ciudad mucho menos contaminada, Polotitlán. El desarrollo cognitivo del 57% de los niños de México DF estaba por debajo de lo esperable para su edad. Algo que sólo ocurría en el 7% de los de Polotitlán.