Compuestos orgánicos persistentes

Estos contaminantes, conocidos por sus siglas COPs son así llamados por su capacidad de acumularse en los tejidos grasos y permanecer en el medio ambiente durante mucho tiempo, dando lugar al fenómoeno conocido como bioacumulación, del que ya se ha hablado en este sitio. Además de los efectos negativos en los ecosistemas, pueden provocar diversos trastornos y enfermedades en los seres vivos (cáncer, interferencia en la capacidad reproductiva de muchas especies, disminución en el desarrollo intelectual de niños, debilitamiento del sistema inmunológico, etc.)

Podríamos agrupar a los COPs en tres categorías:

  • Pesticidas: Aldrina, clordano, DDT, etc.
  • Productos químicos industriales: Hexaclorobenceno (HCB) y bifenilos ploriclorados (PCB)
  • COPs producidos de forma no intencional: Dioxinas y furanos. Son residuos de algunos procesos industriales. De ellos hablaremos en otra ocasión.

El Convenio de Estocolmo, firmado en 2001, hablaba de la "docena sucia" de contaminantes de este tipo; 120 países lo firmaron para su eliminación paulatina, pero a estas alturas no se han conseguido demasiados logros y el número de sustancias con estas características no se reduce a doce. Reciente mente se han añadido cinco sustancias a la famosa "docena sucia", en una reunión de las partes del citado convenio en Dakar

Debido a su enorme resistencia a la degradación, pueden aparecer en lugares muy lejanos de donde se produjeron. Los localizamos en las cadenas tróficas de las latitudes más altas. La historia del DDT, que aún hoy día se sigue utilizando en algunos paises, puede servirnos como ejemplo de las características y potencialidades de los COPs.

Para saber más…

 

 

Perfil Ambiental de España 2007

En el día de ayer la secretaria de Estado de Cambio Climático presentó este informe, un completo análisis del estado medioambiental en nuestro país.
Por un lado podemos destacar la mala calidad del aire en nuestras ciudades, con un incremento de los niveles de ozono y NO2, relacionado con el aumento de vehículos diesel. También podemos encontrar el número de víctimas asociadas a riesgos naturales (878 en el período 1995-2007). Datos más positivos encontramos en la disminución (7,3%) del agua utilizada en agricultura y estabilización de la de uso doméstico. En este enlace podéis ver algunos más información.
En soitu.es encontramos la noticia con algunas tablas que contienen interesantes datos sobre agua, residuos, naturaleza, agricultura y energía en las diferentes regiones.

Aire frío


En esta imagen, que me encuentro en CO2, tenéis la explicación de las temperaturas que tenemos estos días y que están haciendo bajar la cota de nieve en la península. Podéis ver esa separación entre el aire frío y el aire más cálido, en una especie de lotería en la que ahora nos ha tocado el premio frío.

Zonas acústicamente saturadas

Se declararon en Córdoba, hace dos años, cuatro zonas con estas características en el casco urbano. Se comenzaron a tomas medidas "encaminadas a la reducción de ruidos en dichos espacios, como la suspensión de concesión de licencias de apertura de nuevos establecimientos hosteleros, a la vez que se limitó el horario de cierre de bares con música". Ahora la Junta de Gobierno Local va a volver a evaluar tres de estas zonas en base a la nueva normativa regional.

Las zonas son, según podemos leer en el diario Córdoba:

  • Zona de Ciudad Jardín que comprende las calles Gran Vía Parque (desde Felipe II hasta José María Valdenebro), Julio Pellicer (desde Felipe II hasta Antonio Maura), Alderetes (desde Gran Vía Parque hasta Damasco), Camino de los Sastres (desde Costa Sol hasta República Argentina) y Virgen del Perpetuo Socorro (desde Camino de los Sastres hasta avenida del Aeropuerto).
  • La segunda zona comprende las plazas de la Corredera y del Socorro y las calles de este entorno Sánchez Peña y Rodríguez Marín.
  • Y la tercera comprende las avenidas de la Libertad, Gran Capitán y las calles de la Radio, Francisco Rabal y los Llanos del Pretorio.

 

El semen y la contaminación

Yolanda Rodríguez nos pone al día en un tema de interés:

La industria química afecta a la calidad del esperma. Diferentes estudios realizados en Galicia,
Andalucía, Madrid, Cataluña, Valencia y País
Vasco lo ponen de manifiesto. Un equipo de investigadores del Instituto Marqués
ha movilizado a 60 clínicas de fertilidad y bancos de semen
españoles para recoger y analizar muestras de 1.239
voluntarios de entre 18 y 39 años.

Los voluntarios de las 3 primeras tenían el semen de más
calidad que las otras debido al grado de industrialización de
las zonas a las que pertenecen. Tras este estudio se afirma que
los factores que se asocian a una baja concentración y
movilidad de los espermatozoides en el líquido seminal estaban
equivocados: «Ni tabaquismo, ni estrés, ni alcoholismo,
etc.â?, sino que son los llamados «disruptores
estrogénicos», sustancias químicas presentes en los
pesticidas, industrias químicas e incluso en los
anticonceptivos a los que las madres embarazadas de los varones
afectados pudieron estar expuestas.

Literalmente tomado de â??econoticias.comâ? el proceso
mediante el cual la madre puede contagiar al bebe varón es el
siguiente: «Estos disruptores se acumulan en la grasa de la
madre y pasan al bebé durante el periodo de gestación»,
se explica. El momento crucial sobreviene durante el tercer mes de
embarazo, cuando comienzan a formarse los testículos del
futuro hombre. En ese momento, los disruptores estrogénicos
adoptan la función hormonal de los estrógenos e
interfieren en la formación de las células del
testículo que se encargarán de producir espermatozoides
a lo largo de la vida del hombre.

Este problema debería ser tratado con una especial atención
si tenemos en cuenta los resultados de dicha investigación,
donde más de la mitad de la muestra, exactamente un 57% , no
alcanza los criterios mínimos de calidad espermática de
la OMS.

Guerras silenciosas

Sergio Pedraza (2º A Bach) no prepara esta entrada:

Las futuras guerras podrán ser absolutamente silenciosas. Las armas químicas y biológicas están siendo almacenadas por las grandes potencias. ¿Sería una utopía creer que nunca se usarán?

Con esta pregunta comienza un artículo que habla de las guerras químicas y bacteriológicas, las guerras del futuro. En estas guerras no se lanzarían grandes bombas ni misiles destructores, en las guerras del mañana se utilizarán armas silenciosas, que maten sin hacer ruido. Tales guerras son posibles desde el siglo XIX en el que hubo un gran progreso científico. Las armas silenciosas ya se utilizaron en la primera y segunda guerra mundial, en las que tanto un bando como otro utilizaron gases y líquidos tóxicos (como cloro o gas mostaza) para aniquilar al enemigo, aunque la guerra química no se practicó en sí por ninguno de los bandos.

Pero no sólo en las guerras se pueden utilizar estas armas. Un ejemplo son los gases lacrimógenos que usa la policía y que provoca ardor en los ojos, lagrimeo abundante y demás; aunque son los más leves.

En cuanto a la gravedad, después de los lacrimógenos, vendrían los gases vomitivos, con efectos más fuertes y duraderos, que fueron utilizados en la primera Guerra Mundial. Otros, más irritantes y tóxicos, son los agentes urticantes y los agentes asfixiantes, gases letales que actúan bloqueando los pulmones.

Pero todavía hay otros más peligrosos que son los vesicantes, incapacitantes y paralizantes.

Los primeros producen pústulas de varios centímetros en la piel, pueden producir ceguera total y atacar a los pulmones hasta causar la muerte. El más conocido es el gas mostaza.

Los incapacitantes pueden dejar a la víctima indefensa y producir alucinaciones. Al no actuar a través de la piel, son relativamente fáciles de combatir.

Por último, los agentes paralizantes, que son los más violentos. De 20 a 100 veces más tóxicos que cualquier otro. Hay dos tipos, uno descubierto por los alemanes, hasta el menos poderoso de ellos causa la muerte con una sola inhalación. Los otros, descubiertos por los ingleses, que son 300 veces más mortíferos que el citado gas mostaza.

Como hemos podido comprobar, hay todo un arsenal de productos tóxicos, capaces de matar a una persona con sólo respirarlos. Mi opinión acerca de todo esto es que los poseedores de todas estas armas deberían dejar de invertir en matarse unos a otros y mirar a los que se mueren de hambre sin armas químicas ni nada por el estilo.

Tragedia en Bhopal

Ocurrió hace veinticuatro años y sus efectos se siguen sucediendo, aún continúan muriendo personas. Mañana serán galardonadas con el premio Casa Asia dos de las mujeres (Rashida Bee y Champa Devi Shukla) que luchan desde entonces por hacer justicia y evitar más daños. La explosión, que ocurrió en diciembre de 1984, liberó gases (42 toneladas de isocianato de metilo) que causaron el peor desastre industrial que hemos conocido. El libro Era medianoche en Bhopal, de Javier Moro Y D. Lapierre, nos lo contaba con todo detalle.
Si quieres saber algo más sobre todos estos hechos, tómate un poco de tiempo y no dejes de ver este documental que te ofrecemos en tres partes: