Olas gigantes

Llevado por la reciente noticia de las olas gigantes que causaron dos muertos en un crucero en la costa gerundense, cuyo testimonio gráfico-amateur impresiona, y recordando las olas gigantes que se rompen bramando… trato de buscar algo de información sobre algunas de estas ondas, no siempre producidas por movimientos sísmicos o grandes tormentas.

Consideradas en tiempos pasados fruto de la calenturienta imaginación de algunos o las exageraciones de otros, hoy se sabe por diferentes estudios, como los del proyecto MaxWave liderado por el instituto alemán GKSS, realizado a través de imágenes de rádares situados en satélites de la Agencia Espacial Europea, que existen «olas gigantes y se pueden encontrar con una mayor frecuencia de lo que se esperaba hasta ahora».
Las causas no están aún del todo explicadas aunque pueden estar relacionadas, como se explica en el anterior enlace, con la interacción con las corrientes marinas y la absorción de la energía de olas colindantes. También podemos encontrar en esa página que no solo es importante el tamaño absoluto sino también su «inesperabilidadad», o sea que se produzcan olas de mayor tamaño en una situación de olas menores. Leedlo y también tendréis noticia sobre las más altas habidas en las costas españolas y algunas dramáticas situaciones.

En otro estudio, sobre el que podéis tener noticia en este enlace, podemos leer que «la combinación entre bancos de arena y corrientes marinas puede hacer que las olas cambien de dirección y varíen su velocidad, concentrando toda su energía en un único punto que los científicos han denominado «zona focal de la ola». .. Cuando una ola pasa sobre, por ejemplo, un banco arenoso, focaliza toda su energía hacia un punto contreto.» También en este último enlace conoceréis la mayor ola registrada con instrumentos científicos.

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En Las Tablas


Ha sido todo un placer no poder acceder hace tan solo unas horas a este observatorio (final del itinerario rojo) y poder haber tomado esta fotografía. E incluso ha sido placentero, a pesar de las molestias, soportar los ruidos de los numerosos visitantes que hoy compartían con nosotros las pasarelas y la alegría de un parque totalmente inundado y agradecido. También espero que todas esas visitas, entre ellas muchos niñas y niñas, no olviden lo que hemos vivido y podamos salvar lo que en momentos menos optimistas consideramos insalvable.

Dedicado a todas ellas un poco de historia y de vuelta a la realidad de hace unas semanas en este gráfico del diario EM