Ha sido todo un placer no poder acceder hace tan solo unas horas a este observatorio (final del itinerario rojo) y poder haber tomado esta fotografía. E incluso ha sido placentero, a pesar de las molestias, soportar los ruidos de los numerosos visitantes que hoy compartían con nosotros las pasarelas y la alegría de un parque totalmente inundado y agradecido. También espero que todas esas visitas, entre ellas muchos niñas y niñas, no olviden lo que hemos vivido y podamos salvar lo que en momentos menos optimistas consideramos insalvable.
Dedicado a todas ellas un poco de historia y de vuelta a la realidad de hace unas semanas en este gráfico del diario EM