Además de los muchos residuos que han dejado en nuestros cerebros estas pasadas largas vacaciones, me está costando retomar el blog, habrá que sumar los dos kilos diarios de basura que hemos estado generando durante las mismas (frente a los 1,4 que normalmente ya producimos). La visión de los contenedores durante el seis de enero deprimiría incluso al rey Baltasar. La noticia, la denuncia, la queja, algunas soluciones… en esta noticia de EM
Residuos
Mercurio en las bombillas de bajo consumo
Las bombillas de bajo consumo que van tomando posesión de nuestros hogares también tienen su parte menos beneficiosa para el medio ambiente: contienen mercurio. Hay que tratarlas como residuos peligrosos y no deben tirarse a la basura. Lo leemos en el último número de ECOLOGISTA, la revista de Ecologistas en Acción.
Se ha anunciado por parte del Ministerio de Industria el regalo de cuatro millones de unidades y la asociación ecologista insiste en que la Administración debe mejorar los sistemas de recogida de residuos en este caso concreto.
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Bueno, bonito y barato: material nuclear
David Moyano nos habla de otro problema de los residuos nucleares:
El día 29 de septiembre de este año, El País publicaba un articulo en el que divulgaba la desaparición o sustracción de un maletín con material radiactivo de baja actividad (Cesio-137 y Americio-241). Este equipo era utilizado para la medida de densidad y humedad del terreno. El supuesto robo se produjo en un laboratorio de obras, en Barcelona. GEOCISA, empresa propietaria de dicho equipo, mantiene que éste no entraña riesgos radiológicos mientras se mantenga cerrado, puesto que las fuentes radiactivas se encuentran en su interior, protegidas y encapsuladas. Sin embargo, afirma que sí podrían presentarse riesgos en caso de apertura o destrucción del equipo que dejen las fuentes sin sus protecciones. Y es que, en materia nuclear, parece sorprendente el poco interés que algunas empresas ponen sobre la seguridad ciudadana, y la poca garantía de seguridad que muestran con estos altercados. Porque no es un hecho aislado. En otro articulo del mismo periódico, La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) habla de 252 casos en 2006 de material radiactivo robado y desaparecido. Y en sí, lo que más preocupa, como bien dice Abel González, del comité de Naciones Unidas para el efecto de las radiaciones, no son sólo los casos registrados, sino sobre todo los contrabandos no detectados. Todo esto hace evidenciar que haya un mercado ''negro'' de material nuclear radiactivo, en la que determinados grupos de personas puedan comprar y vender dicho material. Y ésta, puede ser la peor noticia que pueden recibir la policía antiterrorista, e incluso nosotros. Pues si bien, el maletín robado en Barcelona no puede ocasionar un gran daño, si los terroristas consiguen una gran cantidad de este material (se habla de centenares de robos), podrían construir una denominada <<bomba sucia>>, no tan devastadora como la que lanzaron los estadounidenses en Hiroshima, pero que podría provocar daños catastróficos. Ante esto, solo podemos pedir soluciones. Entre otras obligar a aumentar el control y la seguridad en zonas con material radiactivo (desde centrales y cementerios nucleares hasta hospitales e industrias donde también almacenan dichos contaminantes); cabe la propuesta de sancionar a las empresas que, entre tantas cosas, sufran robos de este material. Pero claro, las empresas también podrían dejar de denunciar estos robos para evitar la sanción, por lo que se reduciría el control, y por tanto la seguridad, no solo de las zonas cercanas, como ocurrió aquel año en Chernobyl, en el que se produjo aquel accidente nuclear, sino de cualquier territorio del mundo.
En resumen, los datos pueden afirmar la existencia de un mercado de contrabado de material radiactivo, y que, si no se ponen medidas para acabar con la inseguridad y el descontrol que han supuesto dicho mercado (e incluso poniéndolas), podriamos estar corriendo el mismo riesgo que tuvieron los afectados del citado accidente, pero en cualqier parte del mundo.
¿Qué se hace con los residuos hospitalarios?
Un completísimo artículo de Consumer publicado hace pocas semanas nos informa sobre cómo de clasifican y se eliminan los distintos tipos de residuos hospitalarios, desde jeringuillas hasta restos humanos, en nuestro país.
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Entierros ecológicos
A nuestras iniciativas ecológicas como no malgastar agua, ahorrar consumo eléctrico, racionalizar nuestro consumo, utilizar menos el transporte privado y utilizar la bicicleta y el público, hemos de añadir ahora, y no se trata de una broma, prepararnos un entierro ecológico. Tener conciencia ecológica más allá de la muerte.
Si optas por el ataúd, podrás buscar una empresa que certifique la madera de la que está hecho, o que los herrajes y barnices sean lo menos contaminante posible, o utilizar sudarios biodegradables. Se están también comenzando a utilizar atúdes de materiales alternativos, como cartón.
En el caso de la incineración, nos sorprende la noticia de que en el último dragado del puerto de Barcelona se rescataron 600 recipientes funerarios. Se están comenzando a utilizar materiales biodegradables (cerámica, resinas vegetales…), y pronto tendremos una ley que controle la libertad actualmente existente para esparcir o tirar las cenizas en donde se quiera. En cualquier caso, el riesgo principal son las emisiones de gases contaminantes como el monóxido de carbono, o las de metales pesados como el mercurio y el plomo existentes en los cadáveres.
El sector funerario ya se está poniendo en marcha.
Soluciones a los residuos nucleares
La decisión española sobre el almacenamiento de los residuos nucleares más activos se acerca y debe tomarse pronto, ¿2009?
Mientras tanto podéis leer este interesante artículo sobre los estudios en otros países de nuestro entorno (Francia y Finlandia) relativos a esta problemática.
P.S. Ya que el viernes no vamos a tener clase, puede resultar un buen día para tal lectura.
En marcha la ampliación de El Cabril
La ampliación de El Cabril que anunciábamos cuando finalizaba el pasado curso ha comenzado a ser utilizada (el pasado día 1) con la llamada celda 29, primera de las cuatro previstas y que albergará residuos radiactivos de muy baja actividad, provenientes de incidentes en acerías -como los sucedidos en Acerinox (Los Barrios, 1998) o Siderúrgica Sevillana (Alcalá de Guadaíra, 2001)- o del desmantelamiento de centrales nucleares.
La noticia en Europapress
De la cuna a la cuna
Tal vez haya que cambiar algunos conceptos enquistados y "oficialmente" ecológicos. Los recursos naturales se agotan y hay que buscar nuevos métodos de gestión de basuras que sí que son inagotables.
W. McDonough y M. Braungart apuestan por imitar a la naturaleza, sostienen que "el sistema actual de reciclaje es en realidad un infra-reciclaje que sólo consigue ralentizar el ciclo destructivo, una manera de degradar las materias primas hasta que se vuelven inútiles, e incluso un proceso que puede producir residuos tóxicos extra". Abogan por diseñar edificios con fuentes de energía renovables, incluso capaces de producir más energía de la que consumen.
Sus críticos le tachan de "idílicos". ¿Qué pensáis vosotros?
Más información en Consumer.
La basura en Euskadi. La basura en Europa
La gestión de los residuos en esta comunidad autónoma se encuentra en un momento delicado. Resulta interesante echarle un vistazo al artículo aparecido hoy en EP, donde váis a poder encontrar datos concretos de interés y cuál es la situación general, así como conocer como cada una de las tres provincias ha adoptado diferentes soluciones al problema.
Ya que estamos con el tema podéis también asomaros a este otro artículo del pasado mes de junio (donde encontraréis muchos términos que acabamos de estudiar) sobre la aprobación por el Parlamento Europeo de una directiva sobre residuos. Por cierto, espero que descubráis una falta de ortografía que se repite alguna que otra vez en el reportaje
Ponerse las pilas
Con la nueva directiva europea sobre recogida de contaminantes, que ya comentábamos en una entrada anterior, en vigor desde el pasado sábado, se plantea el objetivo de reutilizar la mitad de las pilas y acumuladores que usan los estados miembros de la Unión Europea, en donde cada año se tiran 75.000 toneladas, según pudimos leer en el diario EP. Los fabricantes se responsabilizarán de los gastos de recogida y reciclado.
Además se deberá indicar en la etiqueta la capacidad de la pila y se va a prohibir la comercialización de pilas con productos peligrosos. A partir de este mismo año comenzaremos también a ver más lugares de recogida en los barrios.