Teresa Baena (2º Bach A) nos escribe esta entrada sobre un tema que le gusta:
Allerca, una compañía de California, creó hace unos años, teniendo un éxito insólito, los primeros gatos que no hacen estornudar ni dan picor de ojos, es decir, gatos hipoalergénicos, felinos genéticamente modificados. Las alergias que provocan los gatos en las personas pueden afectar a los ojos, la nariz, la piel, o incluso pueden derivar en asma, y son originadas por una proteína que segregan los animales a través de la piel y las glándulas salivales. Siendo este alérgeno tan pequeño que puede llegar a mantenerse en el aire mucho tiempo. Los científicos de la empresa inicialmente buscaron un método para «desactivar» el gen que causa las alergias, pero descubrieron que un reducido número de gatos (según unos estudios, rondando los 50.000 ejemplares) no provocaban alergias y tenían como característica común un gen mutante que producía una determinada proteína modificada. Allerca estudió a aquellos con el gen modificado para cruzarlos y producir así «mininos hipoalergénicos». Es un proceso laborioso y requiere mucho tiempo, pero la compañía asegura que es un método completamente natural, que en la obtención de los ejemplares no han realizado ningún tipo de modificación genética. A pesar de las explicaciones de la empresa es un tema polémico, ya que muchas personas opinan que es un negocio que se preocupa solo del factor económico, y no del bienestar de los animales y personas. Los gatos se venden esterilizados para impedir que se crucen con felinos “al natural”. Y la compañía asegura que tienen un éxito enorme, se han recibido cientos de peticiones para hacerse con estos felinos, ya que un 10% de la población estadounidense padece alergias a los gatos. Por último mencionar que el precio de los animales en cuestión es desorbitado -4.000 dólares- pero, como se ha mencionado antes son muchas las personas que están dispuestas a pagar cantidades como éstas por compartir su vida con estos animalitos.