Entrada realizada por Bárbara González (2ºA Bach)
Hace unos cuarenta años no era posible llegar a saber la existencia de basura espacial, sin embargo, el espacio exterior que se encuentra rodeando a la tierra está lleno de pequeñas partículas que son un inconveniente para el desarrollo de misiones espaciales existentes y futuras. Esta basura se origina sobre todo por explosiones de los satélites o por partes de cohetes. Otras veces las baterías de los satélites han estallado accidentalmente o, incluso, se pueden llegar a destruir a los satélites voluntariamente para prevenir que lleguen a la Tierra, como es el caso que ocurrió cuando EE.UU. lanzó un misil para destruir el satélite espía US 193 para prevenir que sus 450 kilogramos de combustible tóxico llegasen a nuestro planeta. Se estima que aproximadamente unas dos mil toneladas de objetos creados por el hombre se encuentran a unos dos mil kilómetros de la Tierra, siendo la mayor parte de esta masa perteneciente a cohetes o satélites que han dejado de usarse, y una menor parte a satélites en operación. No existen soluciones inmediatas, ni parece que las haya en un futuro cercano a esta acumulación progresiva de la basura orbital.
Independientemente de que se adopten medidas para evitar las emisiones de basuras al espacio, mientras se sigan realizando lanzamientos desde tierra, seguirán existiendo riesgos de contaminación diferida. Sólo queda observar y catalogar la basura existente, hasta que se cuente con tecnología adecuada para proceder a su destrucción sin riesgos ni costes dramáticos.
Fuente y ampliación de la noticia en La Coctelera.
Me parece fatal que el ser humano vaya dejando sus «desperdicios» haya donde vaya. Y aún peor si empezamos a contaminar lugares del espacio en los que el ser humano aún no a llegado en persona , si no a través de satélites y demás.
La basura espacial se ha convertido en una preocupación cada vez mayor debido a su alto peligro , puesto que las colisiones a velocidades orbitales pueden ser altamente perjudiciales para los satélites en funcionamiento y pueden producir aún más basura espacial , en un proceso llamado Síndrome de Kessler (o efecto Dominó), al ir colisionando cada vez más basura entre si.
Según la revista Nature , EEUU tiene fichados actualmente más de 9.000 objetos artificiales, con un peso total superior a las cinco toneladas. La mayoria de estos aparatos están rotos y constituyen un gran riesgo para las misiones espaciales.
Los científicos estiman que la cantidad de basura espacial mantendrá una evolución más o menos estable hasta el año 2055, pero a partir de entonces, el número de objetos peligrosos flotando se disparará de forma exponencial y salir hacia el espacio será una misión prácticamente imposible.
Espero que con el avance de la tecnología , se llegue a soluciones a este gran problema , ya que sin basura , y sin peligro de salir al espacio exterior , podremos conocer más sobre el universo.