Leemos en un artículo firmado por Jane Perlez (en un suplemento de The New York Times) que China e Indonesia han firmado recientemente un acuerdo que va a comenzar a poner fin a otro de los grandes pulmones de la Tierra: las selvas tropicales de Borneo. Para el país más poblado del planeta supondrá madera para atender las crecientes necesidades de su emergente clase media; el lugar de estos bosques será ocupado por plantaciones de aceite de palma, cada vez más utilizado en detergentes y productos cosméticos. De las selvas originales de esta gran isla apenas se conserva la mitad, amenazada ahora por la emergencia china: Indonesia espera inversiones de este país por valor de 23.800 millones de euros en la próxima década, éstas serán destinada a empresas de extracción e infraestructuras como refinerías, carreteras… No debemos de olvidar la visión de la población de estos bosques, de la que una parte importante piensa que ello traerá empleo y una vida moderna al lugar, frente a los que opinan que será «pan para hoy, hambre para mañana».En un acuerdo reciente entre ambos países, China ha adquirido 765.000 metros cúbicos de merbau, madera noble talada ilegalmente desde hace algunos años, para la construcción de instalaciones deportivas de los Juegos Olímpicos de 2008. ¿Nos acordaremos cuando los veamos por televisión?Es sólo un ejemplo pero nos puede servir para hacernos una idea de cuál es la situación mundial.