Benito Puerto nos informa de otro importante efecto sobre nuestra biodiversidad:
Siempre que pensamos en el peligro de los aerogeneradores, se habla del daño que provocan en las aves, pero pocas veces se piensa que los murciélagos también tienen graves problemas con estos molinos, como podemos leer en Desenchufados. La elevada mortalidad de los quirópteros (murciélagos) parece algo misterioso, ya que estos destacan en el reino animal por su increíble capacidad de ecolocalización, por qué no pueden evitar las estructuras de los molinos de viento. El misterio aumenta si reparamos en que las fatalidades no se producen por contacto por las aspas sino que se desploman muertos en pleno vuelo. Un estudio muestra que el problema se encuentra en el movimientos de las aspas, ya que estas causan una diferencia de presión en el aire circundante, provocando que sus pulmones se dilaten súbitamente, rompiendo sus vasos sanguíneos, produciéndose un fenómeno que se conoce como barotrauma, parecido al que les sucede a los submarinistas cuando al ascender rápidamente a la superficie.
Sabemos que los murciélagos cumplen un papel importante en el control de insectos y por ello también en el de plagas agrícolas, así como en la polinización y la dispersión de semillas, por lo que su muerte puede producir efectos negativos en los ecosistemas.
Por suerte para los murciélagos, se ha pensado una forma de reducir la muerte de estos por lo menos un 60% sin sacrificar la generación de energía. La solución adoptada es simplemente parar las palas cuando no hay suficiente viento ya que los murciélagos son más propensos a volar cuando la velocidad del viento es relativamente baja. Cuando hay mucho viento, cuando las turbinas obtienen más energía, a los murciélagos no les gusta volar.
Si queréis saber más, seguid las pistas que nos ofrecen en este otro enlace.