Alberto Ureña, alumno de 2º de Bachillerato, nos confecciona esta entrada:
¿Quién ha levantado la cabeza de noche en busca de un cielo estrellado y no lo ha encontrado? Muchos hemos sido los que en busca de un momento de paz y tranquilidad lo hemos intentado y, para conseguirlo, hemos tenido que recurrir a marchar algunos kilómetros alejados de la ciudad. La contaminación lumínica, que es el brillo o resplandor de luz en el cielo nocturno producido por la reflexión y difusión de luz artificial en los gases y en las partículas del aire, por el uso de luminarias inadecuadas y/o excesos de iluminación, es la culpable, y la única manera de controlarla es reducir la cantidad de luz que escapa hacia el cielo . Gracias a que las farolas alumbran a todas direcciones, en vez de alumbrar solo el suelo, nos dejan sin el maravilloso cielo, pero no son esas las únicas desventajas; hay otras como: el resplandor urbano, la molestia visual, alteración de los ciclos biológicos (la noche es muy importante para los seres vivos), el ciclo reproductivo de algunos insectos que se ha visto alterado (las barreras de luz les impiden encontrarse) … y todo esto lo que pagamos con nuestros impuestos, es decir, pagamos a la causante del derroche de una cantidad innecesaria de energía para iluminar el cielo en vez del suelo.
Ademas todo esto hace que se tenga que producir más cantidad de energía en centrales térmicas , hidroeléctricas … que aumentan las emisiones de CO2 incrementando el efecto invernadero y consecuentemente el calentamiento global, ya que la energía que se despercia la podíamos ahorrar.
Otro hecho preocupante es dejar todas las luces desde tan temprano hasta tan tarde encendidas . En mi opinión se debería apagar antes las luces y encenderlas más tarde, a parte de no encender luces innecesarias como las de una plazoleta a las 6 de la mañana. ¡Vaya desperdicio!
En mi opinión se podían tomar medidas como poner una placa solar en cada farola que las recargue durante el día y utilice esa energía por la noche , utilizando esta energía renovable ahorraríamos mucho dinero y por supuesto contaminaríamos mucho menos.