El pasado año, ante la situación generalizada de abandono de las zonas de baño continentales por parte de la administración, Ecologistas en Acción publicó un informe sobre aguas de baño continentales que ponía al descubierto «las causas de la descatalogación, y por lo tanto de la eliminación de la vigilancia y el cuidado de estas zonas». Como allí puede leerse «la pérdida de las condiciones naturales y sanitarias óptimas se deben a los vertidos de aguas residuales sin depurar, a la contaminación por productos fitosanitarios de la actividad agrícola cercana a ríos y embalses, a las construcciones en dominio público hidráulico, a la excesiva presencia de bañistas y a las infraestructuras de regulación.»
Dentro del informe, que podéis descargar desde aquí, se dedicaba un apartado especial a la provincia de Córdoba, «única provincia de Andalucía, y una de las pocas en todo el Estado español, que no cuenta ni siquiera con una sola Zona de Baño catalogada y controlada sanitariamente.”
Se transcribe a continuación la parte del informe que se centra en nuestra provincia:
Todas las zonas de baño pertenecen a la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir.
La playa de Valdearenas en el embalse de Iznájar puede albergar entre 500 y 1.000 personas en días de la temporada estival y aunque el agua pueda estar limpia (se destina a consumo humano) el descontrol y la falta de vigilancia hace insalubre la zona.
También han revisado la zona de baño del río Guadiato y afirman que oficialmente no se conoce el motivo de su descatalogación. Hasta hace dos años no se observó un deterioro significativo de esta zona de baño. Posteriormente, ha sido cerrado el acceso con motivo de las obras del recrecimiento del actual embalse de la Breña (Almodóvar del Río). Se trata de un río con un elevado nivel de regulación,además la empresa adjudicataria de las obras de recrecimiento del embalse de la Breña han ensanchado el camino que discurre por el margen derecho del cauce. Además han habilitado una zona de escombreras que afecta directamente al cauce. Aunque la presencia de los bañistas, cuando acudían a esta zona, estaba relacionada con la presencia de basura que se depositaba o abandonaba junto al río Guadalquivir, actualmente la ausencia de bañistas ha resuelto este problema.
En el embalse de Breña hay dos zonas de baño ya descatalogadas pero que siguen usando los bañistas,se desconoce exactamente la causa o causas que aconsejaron su descatalogación. Es posible que la presencia de basura, originada por los propios bañistas, aguas fecales, o tal vez, la mala calidad del agua embalsada. Su estado de conservación depende de los niveles del propio embalse, así los cambios bruscos del nivel de la lámina de agua embalsada reduce a la mínima expresión las posibilidades de desarrollo de orlas de vegetación en los embalses y pantanos. Salvo encinas aisladas a cierta distancia de la orilla, la vegetación es inexistente. Además del propio recrecimiento, la conservación de la zona de baño está amenazada por los vertidos puntuales de las lanchas deportivas procedentes del club náutico y la ausencia de limpieza de los residuos dejados por los bañistas.
En el mismo río Guadiato, la zona de baño de Los Arenales ha sido descatalogada aunque se desconoce la causa de su descatalogación. Los niveles de contaminación por aguas residuales han mejorado respecto unos años atrás, por un lado por el incremento de la depuración de los municipios cercanos y por otro lado por la reducción de bañistas que incrementaban este tipo de contaminación. Los cambios socioculturales y económicos han sido determinantes para dejar de acudir a ésta y al resto de las zonas de baño que tradicionalmente ha sido utilizadas por los cordobeses en los últimos 30 años. Por otro lado, es uno de los ríos españoles con mayor nivel de regulación. Hasta 5 embalses regulan sus aguas. La suma del impacto de los cinco embalses debe ser extraordinaria. El régimen natural del caudal está totalmente modificado y en función del uso destinado (agricultura de regadío).
Pozas del arroyo Bejarano, situado en un afluente del río Guadiato, está muy bien conservado pero acuden pocas personas a bañarse y está amenazado por parcelaciones para la construcción que están próximas.
Baños de Popea, en el Arroyo del Molino, está bien conservada la vegetación de ribera y no acuden muchos bañistas por lo que su estado es bueno, si bien tiene dos amenazas, por un lado las aguas residuales de la población de santa María de Trassierra que carece de depuradora. Y por el otro las parcelaciones para la construcción de 233 chalés.
En el Puente de Trassierra y Tabla de la Aldea del Río Guadiato siguen acudiendo bañistas a pesar de no estar catalogado, tiene una buena conservación del bosque de ribera (alisos, olmos, avellanos, fresnos…) rodeado por bosque mediterráneo. Sus principales amenazas son las aguas residuales de la población de Santa María de Trasssierra que le aporta un arroyo afluente, y también parcelaciones próximas con fosas sépticas, que legan casi hasta la misma orilla, usurpando parte del dominio público hidráulico.
El embalse de Puente Nuevo ubicado en el río Guadiato, aunque también ha sido descatalogado continúa con su uso recreativo y deportivo. Al tratarse de un embalse, presentan generalmente un elevado nivel de inestabilización debido a las grandes oscilaciones en cuanto al nivel de agua embalsada. Por tanto, parece lógico que no exista ningún tipo de vegetación asociada a la masa de agua artificial. Sin embargo, en la periferia si se observa un dosel de vegetación esclerófico compuesto por encinas, en el estrato arbóreo, y por lentisco, coscoja, etc., en el estrato arbustivo. Se desconoce el porqué de su descatalogación.
El embalse de San Rafael de Navallana, ubicado en el río Guadalmellato, fue descatalogado pero también conserva su utilización como zona recreativa, aunque con un número de bañistas reducido. Hay vegetación propia del bosque mediterráneo (encinas, lentiscos,…) pero suele quedar a varios metros de las zonas de baño ya que las crecidas y bajadas del nivel del empalse han eliminado toda la vegetación leñosa. Sus principales amenazas son los elevados cambios de nivel del agua del embalse por su regulación destinado a regadío y la presencia de basuras en las orillas y en el agua.
En el mismo río Guadalmellato, la zona de Puente Mocho, también se ubica una zona de baño no catalogada y bien conservada, su vegetación está compuesta por especies de ribera y propias de un clima Mediterráneo algo más húmedo (encinas, sauces, mimbreras, chopos, tamarix,adelfas,…) con presencia de hiedra, vides silvestres y otras enredaderas. Sus amenazas son los propios cambios de nivel del embalse y las basuras dejadas por los bañistas y otros visitantes.
La foto pertenece al citado informe