El cultivo de transgénicos sigue aumentando, impermeable a la polémica sobre su uso…
Puedes ver los datos en esta noticia, relativa a un reciente estudio que ha salido este mes a la luz.
El cultivo de transgénicos sigue aumentando, impermeable a la polémica sobre su uso…
Puedes ver los datos en esta noticia, relativa a un reciente estudio que ha salido este mes a la luz.
Gran invento el del cultivo transgénico, gracias a una simple variación genética son capaces de resistir plagas de insectos sin sufrir consecuencias o aguantar fríos extremos. También se mejoran sus cualidades, tanto aspecto físico como sabor, aroma, y durabilidad. Aunque me resulta un poco raro el saber que verdaderamente lo que te estás comiendo es un producto al que le han implantado un gen de un «bicho» para que esté más rico. Por último, un comentario que me llamó mucho la atención referente al tema que cierta vez oí en casa de mi abuela: » Estos tomates serán más rojos y redondos, pero donde se pongan los de antes…»
Algunas personas son reacias a admitir que la ingeniería genética pueda mejorar nuestra vida sólo porque oye aquello de la clonación de seres humanos y se ponen a temblar, lo cierto es que en ese sentido plantea un problema ético pero si estudiamos otras aplicaciones de la genética que nada tienen que ver con eso, vemos que puede resultar muy útil, por ejemplo, para obtener cultivos resistentes a ciertas enfermedades transmitidas por virus o para regenerar un tejido dañado y así crear organismos transgénicos que nada tienen de malo. En mi opinión, es una buena iniciativa la de crear cultivos mejorados en países poco desarrollados porque será un buen arma contra el hambre. También tiene efectos negativos y es que las especies genéticamente modificadas pueden imponerse en un determinado ecosistema y perturbar las comunidades locales. Sin embargo, en este caso, creo que la medida ha sido correcta y nos enseña la cara más positiva de la ingeniería genética.