Aurora Luque ha estado en Semana Santa investigando sobre los transgénicos y nos muestra su parecer:
Quiero hablaros de un tema que, aunque no está muy relacionado con lo que ahora estudiamos, está actualmente muy de moda: los alimentos transgénicos.
Los alimentos transgénicos son aquellos que proceden de plantas que han sido modificadas en un laboratorio, gracias a la ingeniería genética. A través de esta tecnología se modifican genes, añadiendo a unas especies genes procedentes de otras especies muy distintas, que no se cruzan de forma natural. Al introducir estos genes extraños en una planta, ésta producirá proteínas diferentes, de tal manera que en la planta se producirá algún cambio.
A pesar de que estos alimentos se crearon para solucionar problemas como el hambre mundial y el bajo rendimiento de los cultivos, son muchas las personas que se oponen a este tipo de productos. Por ello, se ha realizado una convocatoria para esta semana (del 13 al 19 de abril), para manifestarse en contra de los mismos. En esta manifestación están incluidas organizaciones como Ecologistas en Acción o Greenpeace. Algunas de las causas por las que están en contra de estos alimentos son:
- Suponen un riesgo para nuestra salud: aunque no está del todo demostrado, parece ser que los alimentos transgénicos provocan nuevas alergias y resistencia a algunos antibióticos, así como problemas de fertilidad, toxicidad en riñón e hígado.
- Tienen desventajas sobre el medio ambiente: así, por ejemplo, se usan plantas resistentes a herbicidas, lo que aumenta su uso, contaminando suelos, agua y alimentos; hay plantas que producen insecticidas, reduciendo la población de insectos, lo que afecta a animales insectívoros.
- En lugar de disminuir el hambre, la incrementan. Esto se debe a que la producción de transgénicos está en manos de muy pocas empresas, que buscan simplemente sacar beneficios. Los agricultores, además, pierden su trabajo, incrementando más el hambre.
Estas son algunas de las desventajas de las que nos hablan, sin embargo estos productos tienen una gran cantidad de ellas. Por ello, os invito a que les echéis un vistazo en las páginas que a continuación os dejo (en las que también podréis inscribiros si queréis movilizaros) y que os animéis a participar en esta iniciativa, así como a dejar vuestra opinión sobre lo que vosotros pensáis que suponen los alimentos transgénicos.
– Biotech
Aurora, disculpa pero no estoy muy de acuerdo contigo en algunos puntos de tu entrada, que supongo que será de CTMA. Aunque enhorabuena por tratar un tema tan de actualidad y de tanto calado en la sociedad.
En primer lugar creo que la idoneidad o no de un invento o de un descubrimiento no debe establecerse a priori, si no que todo depende del uso que se le de. Así los Organismos Genéticamente Modificados (OGM, no solo plantas si no también animales) no si ni beneficiosos ni perjudiciales per se. Gracias a los OGM se ha salvado problemas nutricionales como el déficit de vitaminas en la población asiática, que debido a su alimentación basada en arroz no poseían la cantidad de vitaminas recomendable. A sido gracias a una especie de arroz modificado genéticamente por lo que se ha podido paliar este problema.
También creo que son buenos desde el punto de vista de que al mejorar las condiciones de cultivo y de maduración podemos ayudar a paliar el tema del hambre en el mundo. Si conseguimos, como ya se hace, crear especies vegetales y animales que resistan mejor los ataques de insectos o que su tiempo de crecimiento y/o maduración sea más corto, la producción aumentaría.
Ahora bien, debe haber algun tipo de organismo oficial, ya sea internacional (lo más recomendable, bajo mi punto de vista) o nacional, que controle el desarrollo de esta disciplina científica, porque si no existe algo que controle la investigaión y el desarrollo de la misma puede derivar hacia el lado contrario: que una cosa que parece ser enormemente beneficiosa se vuelva perjudicial para la vida. Pero un control ejercido desde, por y para la sociedad sin intervención del poderoso caballero D. Dinero (como diría Quevedo) aunque suene muy utópico. Debemos investigar y controlar siempre desde un punto de vista de utilidad para la sociedad, es decir, no podemos modificar cualquier organismo de la naturaleza sin ninguna razón aparente. Por tanto, ahí sí estoy de acuerdo contigo, no debería ser una cosa en manos de pocas empresas privadas, lo cual deriva del hecho de que hoy en día son las empresas privadas quienes invierten mucho más capital en la I+D+I (Investigación, Desarrollo e Innovacíón Tecnológica) que el Estado, por lo menos es mi percepción.
Voy concluyendo. El tema de los OMG al igual que otros temas de índole ciéntifica pero con gran aplicación a la vida de las personas que tanto están de actualidad hoy en día (llamese aborto, eutanasia o selección de embriones) deben ser tratados con suma delicadeza y sin perder nunca «el norte».
Saludos a todos mis compañeros del IES Gran Capitán y a todos los profesores, en especial a D. Antonio Gómez, por habernos hecho implicarnos, desde aquí, más en temas de naturaleza que nunca son de mucho atractivo.
No quiero extenderme mucho, además de que es tarde, tampoco puedo dar muchas explicaciones de biología puesto que ignoro bastante el tema desde ese punto de vista. Lo que sí quiero señalar destacadamente es que debes saber Eduardo (y supongo que lo sabrás), que precisamente los OGM no están apenas controlados, o al menos como deberían de estar. Además sabemos perfectamente que es muy arduo intentar controlar algo tan internacional y universal, de esta índole. Es poco menos que imposible intentar hacerlo, además, ¿quién lo hace?, ¿tú?…¿yo?. Ojalá el mundo fuera tan democrático como muchos países alardean, pero tristemente no es así. Y con esto harán lo que hacen con todo, y es «lo que les de la gana, y lo que les beneficie», obviamente. Yo por mi parte no voy a esperar otra actitud de ellos, además ya se está viendo. Si realmente quisieran solventar el hambre en el mundo lo harían, pero su interés está total y absolutamente dirigido al capital, a las ganancias económicas, muy triste por otra parte.
Además con los OGM se pueden lograr avances en la medicina y en los fármacos bastante interesantes, y cuando eso de dinero no hay de que preocuparse que alguien habrá en todo el mundo que se dedique a sacar beneficios de eso.
Por ahora sólo podemos contar con lo que de dinero, y a mi no me va mucho eso. Estoy en contra por lo tanto de los transgénicos. Además producen también un gran impacto medioambiental terrible. He estado en varias charlas y me informé creo que bastante bien en su momento, y ciertamente afecta al medioambiente de forma negativa, razón añadida por la que estar en contra.
Por último enhorabuena por el blog Antonio, y por la entrada Auro; del mismo modo un saludo con mucho afecto para tí Edu, espero que todo te vaya bien en tu vida de universitario.
Eduardo disculpame pero estoy de acuerdo con Arurora y el tema de los transgenicos lo conosco ya que estoy haciendo un trabajo sobre ello y los daños que producen son una aberracion , no digo que sea mala la biotecnologia , sino que es malo el manejo que el ser humano le da , yo te recomiendo que le des un vistazo al tema de los transgenicos y luego contradiagas .
Soy una alumna de Ing Ambiental, pienso que la tecnologia es buena pero no todas las mentes humanas, estos productos son para la humanidad pero los investigadores pruevas estos alimentos con los paises mas pobres, aparte se trata de mejorar lo que la naturaleza nos a otorgado no de cambiarlo en veneficio de la humanidad.
Yo voy a estudiar ingenieria genetica, respeto la opinion de el autor del escrito, pero si llegara el caso de que en el primer mundo se redijera el agua a causa de la sobre población tendriamos que recurrir a «plantas mejoradas» que requieran poca agua y maduren super rapido para miminizar el uso del agua, si en cierto se quiziera reducir el costo de alguna proteina necesaria para algunas personas y dificil e conseguir y se pudira modicar en alguna planta yo optaria, volviendo al tema creo que se deben de hacer mas pruebas exaustivas antes de lanzar un alimento trasenmico al mercado.