Ya nos habíamos ocupado de ellos y leeremos mucho sobre biocombustibles en los próximos años, cruciales para el futuro del transporte (los años y los biocombustibles). Ahora nos llegan los resultados del estudio de dos componentes del Instituto Smithsoniano de la Investigaciones Tropicales, situado en Panamá. El mismo estudia en base a dos criterios la calidad medioambiental de un biocombustible:
- La cantidad de emisiones de GEI que emite su combustión en comparación con los otros combustibles.
- El impacto medioambiental de su cultivo, incluida la destrucción de la vegetación preexistente y la producción industrial del combustible.
Los resultados no son demasiado positivos. Podéis verlo en esta noticia del Diario EM.