El Gobierno chino ha reconocido que el 70% de la basura electrónica de todo el mundo se vierte en ese país. Esa basura, de la que cada año generamos entre 20 y 50 millones de toneladas, según el PNUMA, contiene más de 700 elementos como plomo, cadmio y litio, la mitad de ellos nocivos para la salud y el entorno. Destaca el gigantesco vertedero de la localidad de Guiyu, en la provincia sureña de Cantón, donde se tratan los desechos electrónicos como en el siglo XIX. Actualmente no se puede encontrar agua potable en 50 kilómetros a la redonda. La mayor parte de los desechos proceden naturalmente de los países desarrollados, contraviniendo el Convenio de Basilea de 1989, aunque países como EE UU no lo han firmado.
Fuente: Revista "El Ecologista"