Entrada realizada por Raúl Pérez Caballero (2ºA Bach)
El nacimiento de una cría de oso polar en el zoológico de Berlín está causando sensación entre los visitantes, incrementando considerablemente los beneficios del mismo.
En la noticia podremos ver el lado positivo que ha tenido su desarrollo en lo referente a la inversión del zoológico, pero también salió publicada en una revista mostrando un punto negativo en su crianza; dice lo siguiente: “Se ha convertido en la mascota preferida de los berlineses, que, cada día llegan a cientos al zoo de esta ciudad para ver a Knut, un oso polar de tres meses y medio.(…) El pequeño es el primero de su especie que logra sobrevivir en este zoológico desde hace 33 años. Su historia ha despertado a la vez ternura y polémica. Su madre, que había formado parte de un circo de la antigua Alemania Oriental, dio a luz a dos oseznos, de los que se desentendió enseguida. Uno de ellos murió y los responsables del zoo decidieron meter al superviviente, Knut, en una incubadora. Semanas más tarde, su cuidador se lo llevó a casa y lo crió junto a su familia, a base de biberones. Después de tres meses, el oso, que pesa 9 kilos, volvió al zoológico. Su caso ha sido criticado por los defensores de los animales, quienes consideran que, tras haber sido criado entre humanos, podría no ser capaz de desenvolverse entre los de su misma especie. De hecho, uno de estos activistas sugirió que lo ideal hubiera sido inyectar a Knut un veneno letal cuando fue repudiado por su madre. Esta idea despertó un enorme rechazo entre los alemanes, encariñados con esta cría de oso polar que ya tiene su “doble” en forma de peluche.”