Lovelock

Entrada realizada por el Alumno Enmascarado desde sus universidades:

Bueno, aquí está uno de los padres de la biología haciendo una reflexión lógica, y que creo que, a mi entender, debería hacernos entrar en razón:

A no ser que volvamos a ser nazis, nos pongamos a matar a millones de personas y así consigamos que haya un número más reducido de éstas, y de esta manera se consiga un menor consumo de energía y por tanto nos duren mucho más los recursos (véase la teoría de Malthus), o bien empecemos a concienciarnos de gastar mucho menos (algo que se lleva intentando hacer desde hace décadas y será imposible hacer a mi entender), habrá que empezar a hacer caso a personas como LOVELOCK (y lo subrayo porque estamos hablando de un grandísimo biólogo, no de un político como pueden pensar los de siempre…), que intentan dar soluciones viables e inevitables, y que tenemos ahí a nuestro alcanze. Recomiendo al que esté interesado en el tema que lea su entrevista en el diario El Mundo y luego me cuente que opina.

2 pensamientos en “Lovelock

  1. Por una vez no buscaré premio; el tema realmente me interesa.

    Charles Darwin, gran biólogo británico, elaboró gracias a sus observaciones una teoría evolutiva basada en la supervivencia de los individuos más fuertes que se alzarían sobre los más debiles.
    Pues bien, el mundo actual desecha esta teoría. Ya no hay selección natural, ahora todos pasamos el casting que la naturaleza impone, pero no jugamos limpio. Si a alguien le falla el corazón, se le reemplaza y a vivir que son dos días; si por desgracia nace un niño con problemas mentales, ya hay preparada para él una vida acomodada a sus necesidades.

    Entonces nuestro entorno, que no está preparado para albergar tal cantidad de vidas, poco a poco se está masificando de una forma incontrolable y es normal que contaminemos al ritmo que contaminamos, «si es que el planeta está hasta la bola».

    Por ahora el mundo ha cargado a sus espaldas con todas nuestras necesidades, pero como nos estamos dando cuenta, esto no va a seguir así durante mucho tiempo.

    Yo por mi parte, espero que no me toque a mí, que pueda seguir bebiendo coca-cola, a la vez que disfruto de un buen queso curado, hablo con mi señora por teléfono y estoy calentito con mi estufita.

    «Dios nos coja confesaos…»

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