Félix Santacruz, acabando 2º de Bachillerato, nos redacta esta entrada:
El gobierno australiano decidió reanudar el pasado 16 de Mayo, tras seis semanas de pausa como consecuencia de una campaña internacional en contra de esta iniciativa encabezada por el cantante británico Paul Mccartney (ex componente del grupo The Beatles), el sacrificio de canguros grises. No se ha conseguido frenar la matanza.
El gobierno pretende con este proyecto tener un mayor control sobre la población marsupial a causa de que estos destruyen el habitat de otras especies autóctonas como lagartos, el geco de cola de hoja y algunos insectos.
Los protestantes pretenden que el gobierno tome otras alternativas como la esterilización de los mismos o su traslado a otras regiones, pero, ante todo, que se evite la denominada por los protestantes como la MASACRE; tampoco están de acuerdo con las leyes australianas que permiten su caza, ya que se dice que contribuye al mantenimiento del equilibrio del ecosistema del país.
El gobierno considera que su traslado es un gasto demasiado caro, en torno a los 2,2 millones de euros, presupuesto que los protestantes consideran exagerado y solo una excusa.
Yo, desde aquí, apoyo a los protestantes. Además no tendríamos que haber llegado a esta situación si se hubieran tomado con antelación las medidas oportunas, puesto que la reproducción lenta del canguro (tres crías en cuatro años, como máximo), hace que la posibilidad de conservación se limite a reservas y parque nacionales. Esta situación tuvo un antecedente en 1970 cuando se mataron más de un millón en una provincia de este mismo país.