Durante este puente hemos oído hablar de la denegación de permiso que se hecho a un barco de la empresa norteamericana Planktos para atracar en el puerto de las Palmas. Puede que antes de ello hayáis escuchado algo sobre la polémica generada y las protestas de Greenpeace ante las intenciones de la mencionada empresa: descargar 100 toneladas de hierro en aguas internacionales del Atlántico Sur, que deberían ser cargadas en el ya citado puerto canario.
Los defensores de esta acción hablan del crecimiento de fitoplancton, derivado de la inyección de hierro, con los consecuentes aumentos de la fotosíntesis y de la productividad del ecosistema; sería un efecto beneficiosos de cara al cambio climático. El fitoplancton se depositaría finalmente como detrito en los fondos oceánicos.
Los detractores hablan de un empobrecimiento en oxígeno, debido a la descomposición de fiplancton, con la producción en estas condiciones de otros gases con efecto invernadero (metano, óxido nitroso) debido a la acción microbiana. También hablan de la posibilidad de que se produzca una marea roja o un cambio significativo en el pH del agua.
Hasta ahora los experimentos realizados se han hecho a pequeña escala.
Por cierto, te podrás preguntar qué interés puede tener esta empresa en tal experimento. Espero algun comentario que nos lo aclare.