Como ya adelantábamos en la entrada sobre el río Segura de esta semana, las respuestas han sido rápidas.
(Entrada redactada por Raúl Pérez Caballero, alumno de 2º Bach A)
Hace unos días Greenpeace desveló un informe en el que hacía referencia a la gestión del agua que se está haciendo de la cuenca del Segura. Pero como en todo, siempre hay opiniones del otro lado. El director general de Regadíos de la Consejería de Agricultura de Murcia, Julio Bernal, acusa a Greenpeace de tener una obsesión con esta zona, tras conocer el informe donde este grupo de ecologistas afirma que la cuenca del Segura no es tan deficitaria como parece. Bernal dice que Greenpeace demuestra con esta actuación no tener un conocimiento claro de la situación y cifró el déficit en 450 hectómetros cúbicos. Afirma, por otro lado, que las asociaciones ecologistas sólo centran su atención en el agua que se destina a los campos de golf, habiendo otras regiones, como Andalucía y Cataluña, con un mayor número de los mismos. Por otro lado, el objetivo del Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía (PES), que entrará en vigor las próximas semanas, tiene el objetivo de minimizar los impactos ambientales que sufra la cuenca en los periodos de sequía. Diferentes puntos de vista para una misma situación que dejan paso al debate sobre la auténtica situación de la cuenca: ¿deficitaria o no deficitaria? Lo que si es cierto que la gestión de la misma, así como la de todas las cuencas, debe hacerse con total cuidado ya que es una variación artificial del caudal, disminuyéndolo en un sitio y aumentándolo en otro, que puede traer consecuencias importantes si no se realiza adecuadamente.