¿Tsunamis en España?

La pregunta que nunca va a faltar cuando en clase se trate este tema. Ya puede contestarse basándonos en las últimas investigaciones;  desde la universidad de Cantabria nos llegó el primer estudio que evaluó las posibilidades. Leed los principales resultados en este enlace: cuáles son las zonas con más riesgo, algunos antecedentes históricos y cómo puede agravarse la situación con la desaforada y reciente construcción en algunas zonas de nuestra costa.

La imagen está tomada del blog La pizarra de Yuri, en una entrada sobre Grandes terremotos en la península ibérica.

Tectónica de placas visual

En los siguientes enlaces podréis ver algunas animaciones sobre el tema en cuestión:

22 años después…

… vamos a recordar una de las mayores tragedias de vertidos petrolíferos en el mar, Sergio González nos trae la noticia desde el diario EM, que la recordaba el pasado año:

El petrolero  Exxon Valdez zarpó el 23 de marzo de 1989 y el 24 de marzo golpeó un arrecife,  provocando un enorme daño sobre una gran superficie de la costa de Alaska. La cantidad de petróleo derramado fue unos 41.000 toneladas, se cubrieron de crudo unas 460 millas cuadradas. Se dañó el hogar de una fauna abundante y espectacular; una gran cantidad de animales murieron, incluido miles de aves marinas y nutrias marinas. Limpiar todo esto costó unos 2.1 billones de dólares, aunque algunas zonas aún siguen contaminadas. Las causas de la ralentización de la biodegradacion aeróbica de los restos de crudo acumulado después del naufragio  son las bajas concentraciones de oxígeno y nutrientes en las capas inferiores de las playas de Alaska. Este desastre fue unos de los peores en la historia medioambiental debido a que contaminó una gran superficie, mató muchos animales, afectó a la industria pesquera y perjudicó la economia de Alaska.

Durante los primeros cinco años desapareció un 70%, pero hace siete u ocho años se comprobó que el petróleo se había limitado a disolverse y se estimó que unas 76 toneladas de crudo seguían diseminadas por las costas.

Debido a la catástrofe se llevo a cabo un proceso de limpieza, que se dividió en tres fases:  la fase de respuesta fue coordinada por el Servicio de Guardacostas y el Departamento de Conservación Ambiental. También algunas agencias federales y estatales y las comunidades locales. La fase de evaluación de daños y de restauración, estas acciones fueron llevadas a cabo por el Estado de Alaska y tres agencias federales. La fase de restauración quedó recogida en el llamado Memorandum de Acuerdo.

Los investigadores, dirigidos por Michael Boufadel, director del Centro de Desarrollo de Recursos Naturales y Protección del Colegio de Ingeniería de la Universidad de Temple intentaron averiguar a que se debió esto y concluyeron que las playas tenían dos capas, una superior muy perrmeable y otra inferior que se había mantenido poco permeable, por tanto, el agua discurría  más deprisa en la capa superior que la inferior y ésta se había hecho más compacta debido al movimiento de las mareas. Ello ocasionó una especie de efecto de preservación del petróleo, que normalmente se mantiene solamente a unos centímetros por debajo de la separación entre ambas capas.

Boufadel afirma que el oxígeno y los nutrientes son obligatorios  para la supervivencia de microorganismos que se alimentan del crudo y colaboran en su biodegradación, pero que si esas concentraciones no son las apropiadas debidas al bajo movimiento de agua, la biodegradación que se esté produciendo probablemente sea anaeróbica, que habitualmente es muy lenta.

Para recordar esta tragedia y sus consecuencias, así como ha evolucionado esta problemática en las últimas décadas podéis ver este documental emitido el pasado año por RTVE.

Entradas relacionadas:

Perforaciones petrolíferas profundas

En los últimos 25 años hemos pasado de perforaciones petrolíferas oceánicas a profundidades máximas de 200 metros,  a las actuales de 3 kilómetros (mira la imagen). Los problemas que pueden surgir se han  podido vivir recientemente en el golfo de México. Un reportaje desde BBC Mundo no proporciona las claves de los peligros y las soluciones de esta situación; en él encontrarás algunos otros enlaces de interés.

Almadén, mercurio y plata

Recientemente se ha emitido un documental del programa de RTVE Crónicas, en el que nos muestran aspectos interesantes de las minas de Almadén, magníficos para tener una visión global de su historia y de algunos de sus problemas, realmente aconsejable después de la visita que realizamos. Podréis acceder a lugares donde no estuvimos.

En este enlace podréis verlo y leer el texto que le sirvió a Reyes Ramos, su directora, para presentarlo.

Una mañana en las minas de Almadén

Ángela López (2ºA Bach) hace una crónica de nuestro viaje por la mencionada zona:

El pasado jueves 18 de noviembre nos encontramos a las 8.15 de la mañana en la parada del autobús, allí nos estaba esperando el mismo para llevarnos a visitar las minas de Almadén (Ciudad Real).

Tras un trayecto de hora y media llegamos a la zona. Comenzamos la actividad a las 10:30 en el Centro de Visitantes y prosiguió en el Centro de Interpretación de la Minería donde había paneles informativos sobre la evolución histórica de las labores mineras. Estos paneles nos explicaban que al principio, cuando se empezó a explotar la mina, el mineral (cinabrio) aparecía en la superficie y su explotación era a base de “rafas” pero a medida que se iba agotando empezaron a excavar pozos para poder llegar a los más profundos. Desde el s. XVIII se utilizaba una explotación en hurtos en la cual se arrancaban los minerales a medida que se avanzaba en la explotación de la mina. Otro método utilizado fue el de Larrañaga que es un sistema de corte y relleno que consistía en arrancar el mineral y rellenar el espacio con rocas estériles, este sistema se mantuvo hasta los años 50. La mina se extendió por debajo del pueblo de Almadén, alcanzando los 700 metros de profundidad hasta donde llega el pozo de San Joaquín. El final de la actividad minera ocurrió en noviembre de 2001, momento en el que se empieza las obras de acondicionamiento de la mina para ser visitada.

Tras visitar el centro, realizamos un recorrido por las galerías subterráneas, para poder hacerlo nos dieron a cada uno un casco para evitar posibles accidentes, la bajada se realizó a través del pozo de San Teodoro en una jaula-ascensor hasta unos 50 metros de profundidad. El recorrido a pie se lleva a cabo por una mina que se explotaba desde la época de los romanos y, durante el mismo, Pedro, que así se llamaba nuestro guía nos fue explicando lo que se hacía allí abajo cuando se explotaba. Estuvimos viendo el torno de mano, que servía a los mineros para transportar el mineral y las herramientas por los pozos, así como el baritel de San Andrés o las entibaciones que servían para evitar el derrumbe de las paredes y techos de las galerías.

Cuando terminamos el recorrido subterráneo, la salida a la superficie la realizamos a través de un tren que nos llevó hasta los hornos, para dirigirnos luego al Museo del Mercurio, aquí encontramos experimentos interactivos de física y química del mercurio, así como salas dedicadas a la geología y paleontología de la zona o algunos audiovisuales con curiosas historias del pasado minero.

Por último, para terminar la visita, nos montaron en unos minibuses eléctricos para llevarnos de nuevo al Centro de Visitantes para ver la tienda e ir esperando al resto del grupo que tuvo algunos percances. Una vez unido todo el grupo, nos subimos de nuevo al autobús para iniciar el regreso, unos lo pasaron cantando y otros durmiendo hasta llegar a Córdoba.

Este fue nuestro viaje a las minas de Almadén donde lo pasamos genial y esperamos repetirlo… y también finalmente recomendaros que no dejéis de visitarlo, merece la pena.

Lodos rojos en Hungría

A la espera de un nuevo vertido de la presa de residuos en Hungría (tras «un millón de metros cúbicos de material del desecho que se derramó de la balsa de vertidos tóxicos de una planta de aluminio, y que dejó siete muertos y unos 123 heridos»), y que aún contiene 500.000 metros cúbicos de lodos.

Imaginarnos el volumen no es fácil, imaginad un gran estadio de fútbol; en cuanto a la superficie afectada, haceos una idea con la imagen de la izquierda aparecida en el diario EP.

Las amenazas sobre el Danubio se convirtieron en realidad apenas al tercer día de la catástrofe. Inevitable recordar y comparar en clase la tragedia del Guadiamar, como también leímos en el diario EM

Para comprender mejos las claves, podéis visitar los siguientes enlaces: