La sequía, el aumento de la población, la sobreexplotación económica y la mala gestión de recursos van a convertir al agua potable en un problema gravísimo en muy pocos años. El 60% de la población vivirá en regiones con escasez en 2025, si mantenemos el actual ritmo de consumo, según advirtió ayer la ONU, con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua.
Algunos datos ejemplares:
Unos 1.100 millones de personas -más de una sexta parte de la población mundial- carecen de acceso asequible a ese recurso.
El África subsahariana es la región del mundo con menos acceso al agua. En esta zona, un 45% de la población carece de agua en buenas condiciones y un 65% no tiene saneamiento adecuado, lo que hace que de los 1,8 millones de niños que mueren cada año en todo el mundo por diarreas y otras enfermedades relacionadas con la falta de higiene, la mitad son africanos.
También cunde el pesimismo en el mundo árabe, donde se prevé que la reducción de las lluvias en un 20% por el cambio climático, unida al aumento de la población, reduzca a la mitad la cantidad de agua por persona en 2050.
China dispone de 2.200 metros cúbicos anuales de agua por persona, la cuarta parte de la media mundial, pero gasta cuatro veces más que el resto del planeta para su producción industrial. La mitad de los ríos y lagos chinos están contaminados y más de 360 millones de personas carecen de agua debido a ello.
En India, el segundo país más poblado de la Tierra, el Banco Mundial estima que un 21% de las enfermedades contagiosas se transmiten por culpa del agua contaminada y 1.600 personas mueren cada día debido a problemas como la diarrea.
En Europa, la situación oscila desde la riqueza de recursos en países como Rumanía o Austria -donde se consume apenas un 3,6% de las reservas anuales- hasta el derroche por la mala calidad de las conducciones en Albania, Grecia y Serbia, que pierden así entre el 30% y el 40% de sus recursos.
La preocupación es muy distinta en España, donde la asociación Ecologistas en Acción ha advertido de que los efectos del cambio climático son "devastadores", como "la reducción en un 20% por cien del caudal de las cuencas del Segura, el Júcar, el Guadiana o el Guadalquivir", entre otros ríos.
Brasil es el país más rico del mundo en reservas hídricas, con más del 13% del agua dulce disponible del planeta. Pese a ello, según un informe divulgado con ocasión del Foro Mundial del Agua en México el año pasado, 57 millones de los 190 millones de brasileños carecen de agua potable.
Como medidas para el futuro, un grupo de países europeos y latinoamericanos estudian pedir a la ONU que reconozca el acceso al agua como un derecho fundamental, según el ministro del Agua de Bolivia, Abel Mamani. La iniciativa está encaminada a erradicar paradojas como la de que los pobres paguen más por el agua que los ricos y que, por ejemplo, un metro cúbico de agua cueste en Nueva York 75 centavos y más de tres dólares en Accra (Ghana), según el PNUD.
(Fuente: ZonaVerde)