Cumbres borrascosas

Todo es relativo (como dijo Sara Montiel), hablar de éxito o fracaso en Cancún también. Si se compara con Copenhague, tenemos lo primero, pero si pensamos que no se ha conseguido lo que se esperaba lograr en la capital danesa en 2009, no sé que pensar, pero estemos contentos, dejaos llevar por la prensa más optimista y leed los acuerdos básicos, aunque en algunos casos poco vinculantes, en este enlace a BBC-Mundo o en este otro al diario EM (perdonadles la falta ortográfica inicial pero que no os sirva de consuelo)

En próximas entradas veremos otras visiones menos satisfechas.

Viñeta de Medina en Público

Sostenibilidad en los fogones

«Nadie comería lince ibérico al ajillo», ¿por qué comer entonces atún rojo? Algo así viene a decirnos Darío Barrio en la noticia del diario EM en la que nos presentan fish2fork, una web donde nos clasifican los restaurantes de acuerdo con «la sostenibilidad y el sabor de los platos de pescado».
La página parte de una iniciativade Charles Clover,  autor del libro y del documental The End of the Line, un filme sobre la sobreexplotación de los océanos:

Plomo alrededor

Te sorprenderá conocer algunas de las vías de contaminación por las que nos puede llegar este metal; para ello lee este artículo publicado recientemente en el diario EM, haciendo clic sobre la imagen:

Smog sulfuroso

Cristina Muñoz (2ºA Bach) nos ayuda a comprender mejor este fenómeno, también llamado smog ácido:

En muchas ciudades nos encontramos con un fenómeno denominado “smog”, debido al elevado nivel de contaminación que éstas sufren.  La palabra proviene de niebla y de humo en inglés. Este fenómeno consiste en la contaminación atmosférica que sufren algunas ciudades debido al resultado de combinar ciertas condiciones atmosféricas y algunos contaminantes concretos.
La densa y oscura niebla proviene de productos (óxido de sulfuro y de nitrógeno, hidrocarburos y millones de partículas de plomo, manganeso, cobre, níquel, cinc y carbono) de las industrias, de los automóviles y de los hogares.
Hay dos tipo de smog: el fotoquímico y el sulfuroso, aunque va a ser este último en el que nos vamos a detener.
El smog sulfuroso es concretamente el que contiene concentraciones elevadas de óxidos de azufre y material particulado. Se suele dar sobre todo en climas no muy calurosos y bastante húmedos, al contrario que el smog fotoquímico, que necesita más temperatura y sequedad y que se da en muchas ciudades con tráfico intenso.
Los efectos del smog afectan directamente a la salud de animales, plantas y personas y pueden producir otros efectos nocivos en la naturaleza. Puede provocar entre otras cosas irritación ocular y de la garganta, tos, fatiga, anemia y, en general, sobrecarga de las vías respiratorias. Si además la persona sufre asma, alergia y otros problemas pulmonares, el smog puede llegar a caiusar la muerte.
Uno de los casos más conocidos de smog sulfuroso es el que se produjo en la ciudad de Londres en el año 1952. El smog con óxidos de azufre y partículas de hollín estuvo muy concentrado y, debido a las condiciones estáticas de la atmósfera, en sólo cinco días provocó la muerte de alrededor de 4000 personas pero pudieron morir hasta 12000 en total tras los días que siguieron a los cinco mencionados.

Más información y fuentes: