Por unos ríos vivos

Ha pasado algún algún tiempo y reconozco que me he despistado con esta magnífica crónica que David Moyano nos manda sobre la contaminación de nuestros ríos a partir de la acción realizada antes de vacaciones «por un río vivo» :

Con esta propuesta, jovenes de todos los institutos de Córdoba (y entre ellos, del I.E.S. Gran Capitán) se lanzaron a la calle para reivindicar un mayor cuidado en la proteccion de los ríos, especialmente del Guadalquivir en su paso por Córdoba. Así, tras realizar una labor de limpieza por la orilla del río, realizaron una campaña de sensibilización que se desplegó por todo el puente, en la que se mostraba el material recogido y se exponía todo un arsenal de cartulinas en las que se podía ver la suciedad de las aguas y las posibles soluciones que se pueden llevar a cabo. En este enlace a un activo blog podéis acceder a más información y ver fotos de la acción.

Y es que, como muestra la web de Consumer, la contaminación y el mal estado de los ríos no dejan indiferentes a los ciudadanos, hasta tal punto que, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), lo consideran el principal problema medioambiental en España.

En este sentido, la organización conservacionista WWF/Adena asegura que al menos una tercera parte de los ríos, arroyos y ramblas de España están muy degradados, tanto en su estructura como en su calidad del agua, lo que propicia que el 54% de los peces continentales y el 29% de las aves ribereñas estén amenazados. Para colmo, a pesar de ello, recuerdan, sólo el dos por ciento de los espacios ribereños están protegidos.

Sin embargo, la contaminación y el mal estado de los ríos no solo puede achacarse a la poca colaboración ciudadana, pues no es esto lo que provoca mayor contaminación, sino que hay numerosos factores, como denuncian los colaboradores de la página de Greenpeace, que contribuyen al mal estado de las aguas. Entre el aumento de demanda, la presencia de obras cercanas a las riberas, o la aproximación de los cultivos a las zonas fluviales; dicho grupo ecologista destaca la escandalosa cifra de contaminantes que vierten a los ríos las industrias de nuestro país, denunciando así que sufrimos casos de contaminación que se sitúan entre los más graves del planeta. Y es que, el propio Registro Estatal de Fuentes Contaminantes, EPER, que recoge los datos proporcionados por las 2.159 industrias más contaminantes de España sobre 44 sustancias peligrosas, reconoce el vertido de 1.219.709 toneladas de estos contaminantes al agua cada año.

La solución al problema parece ser obvia. Con una depuración de las aguas contaminadas previa al vertido de las mismas en los ríos, sería suficiente. Sin embargo, los propietarios de las industrias, así como los gobiernos regionales, quienes mediante sanciones económicas (en cuantías disuasorias) podrían solucionar el problema, parecen no querer tomar medidas serias que palien la contaminación, al menos la más peligrosa, de una vez por todas.