¿Biomasa o combustibles fósiles?

Félix Santacruz (2º Bach) toma partido en esta entrada:
El debate está abierto, ¿que nos interesa más…? Una energía rentable energéticamente y poco ecológica (combustibles fósiles) o una energía menos rentable energéticamente pero mas ecológica (biomasa). Mi posición es ecológica y de futuro, es decir, optar por los biocombustibles que, aunque presentan inconvenientes desde el punto de vista energético, como su menor densidad energética, reduciría las emisiones de CO2 como consecuencia del “cero emisión neta”, convirtiéndose en la mayor alternativa para aquellos países que superan los límites que se acordaron en el protocolo de Kyoto que entró en vigor en 2005.
Los grandes países ya están probando nuevos prototipos de motores que utilizan bioalcohol (alcohol producido por fermentación de productos azucarados: remolacha y la caña de azúcar) y biodiesel (grupo de biocarburantes que se obtienen a partir de aceites vegetales como soja, colza y girasol). Se ha llegado a proponer otro tipo de combustibles biodiesel (este tipo de motores pueden quemar casi cualquier cosa orgánica en forma de líquido), entre ellos uno producido a partir de restos orgánicos incluidos gatos muertos encontrados aplastados en la carretera (para preocupación de las protectoras de animales) o estiércol. Se plantea incluso obtener biodiesel de las aguas residuales.
Pero el gran futuro de los biocombustibles tiene sus puntos negros: ya hace tiempo que los países más pobres se aprovechen, como es el caso de Brasil: el bosque amazónico se ha convertido para cultivar soja con el fin de elaborar biodiésel, porque allí la deuda de carbono tardará 319 años en saldarse. En 2007, casi 7.000 kilómetros cuadrados fueron talados, principalmente en el occidental estado de Mato Grosso. El biocombustible es un importante motor de esta destrucción.