Smog sulfuroso

Cristina Muñoz (2ºA Bach) nos ayuda a comprender mejor este fenómeno, también llamado smog ácido:

En muchas ciudades nos encontramos con un fenómeno denominado “smog”, debido al elevado nivel de contaminación que éstas sufren.  La palabra proviene de niebla y de humo en inglés. Este fenómeno consiste en la contaminación atmosférica que sufren algunas ciudades debido al resultado de combinar ciertas condiciones atmosféricas y algunos contaminantes concretos.
La densa y oscura niebla proviene de productos (óxido de sulfuro y de nitrógeno, hidrocarburos y millones de partículas de plomo, manganeso, cobre, níquel, cinc y carbono) de las industrias, de los automóviles y de los hogares.
Hay dos tipo de smog: el fotoquímico y el sulfuroso, aunque va a ser este último en el que nos vamos a detener.
El smog sulfuroso es concretamente el que contiene concentraciones elevadas de óxidos de azufre y material particulado. Se suele dar sobre todo en climas no muy calurosos y bastante húmedos, al contrario que el smog fotoquímico, que necesita más temperatura y sequedad y que se da en muchas ciudades con tráfico intenso.
Los efectos del smog afectan directamente a la salud de animales, plantas y personas y pueden producir otros efectos nocivos en la naturaleza. Puede provocar entre otras cosas irritación ocular y de la garganta, tos, fatiga, anemia y, en general, sobrecarga de las vías respiratorias. Si además la persona sufre asma, alergia y otros problemas pulmonares, el smog puede llegar a caiusar la muerte.
Uno de los casos más conocidos de smog sulfuroso es el que se produjo en la ciudad de Londres en el año 1952. El smog con óxidos de azufre y partículas de hollín estuvo muy concentrado y, debido a las condiciones estáticas de la atmósfera, en sólo cinco días provocó la muerte de alrededor de 4000 personas pero pudieron morir hasta 12000 en total tras los días que siguieron a los cinco mencionados.

Más información y fuentes: